NUESTRA HISTORIA

La Fundación Puertocan se gesta en el año 2016 a raíz de la necesidad personal de Soledad Subiabre, actual Directora de la institución, de contar con un perro de alerta médica en diabetes tipo 1 para su hija.

Con el apoyo de un entrenador profesional, Soledad logró materializar este requerimiento luego de un proceso de capacitación y entrenamiento que comenzó en 2017 cuando Lily, una cachorra de raza labrador, viaja a España para completar sus estudios en esta materia. La situación particular que Soledad vive en primera persona la hace ver cómo el tener un animal entrenado, puede cambiar la vida de las personas que tienen necesidades diversas. Es en este momento que la idea de una institución inclusiva comienza a tomar más fuerza y surge así el año 2018 Fundación Puertocan, bajo el slogan: "Huellas de Inclusión".